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miércoles, 21 de octubre de 2009

El Ciego del Oro



Ahí va el ciego del oro
por la sombra
que a pleno sol le nace de la mente.
Camina por la estrofa de un mañana
cantada en el silencio de lo ausente.
Y se detiene en todo de repente
y de su negación
cobra lo que ama
Es el hombre de zinc que cubre el cielo
para que nadie vea las estrellas
pero deja que pasen las centellas
y la lluvia
y el frío del invierno
Y en el pecado blanco de un cuaderno
numera vencimientos y querellas.
El es legal
se roba la existencia de su propio peculio
cada día
cuando en el banco deja su conciencia
y la caja de ayer
queda vacía.
Ah, si pudiera guardar,
el guardaría,lo que tuvo que dar por su vivencia,
que experiencia tan dulce la experiencia
de romperle al del frente la alcancía.
Es el ciego del oro el que sonríe
con la sonrisa grande
iluminada con la luz del metal
y él cree que es cierto que el que no tiene nada vale nada.
Si sabrá de valores
que prestada
la vida le transpira olor a muerte.
Cuando muere un amigo, desespera
No puede ser que él deba morirse
Medio kilo de vida mas no fuera, si pudiera comprar por no fundirse
Que por ciento darán por no reírse
junto al cedro y al bronce cuando muera
Ahí va el ciego del oro por la sombra
que a pleno sol le nace de la mente.
Camina por la estrofa de un mañana
cantada en el silencio de lo ausente.
Y se detiene en todo de repente
y de su negación
cobra lo que ama.

José Larralde

miércoles, 14 de octubre de 2009

El Hondazo


-¡Doña Griselda!...
-¡Qué?!...
-Mire, vecina, mándemelo al muchacho,
pero que venga de honda pa´ la huerta
pa´ que me mate un pájaro.
Y allá va
el gringo de pelito rubio,
piel de Judas de todo el vecindario,
y en lo de ´ña Rufina, apuro y rabia,
entra un poco de sol,
y mucho barro.
-¡Aquel!... ¡Matalo!...
¡Negro sinvergüenza!¡Pegamele un hondazo!...
¡Se me jué de la jaula en un descuido, con lo bien que lo trato!...
Miré a la copa;
todo altanería con rebeliones de silbido en alto,
y el tordo me miró, como diciendo:
“¿Vos tirándome a mi, siendo un hermano?”
Y de ahí... -Vea… No puedo, ña´ Rufina…
¡Cómo me está mirando-¡Su trompeta sin hiel!-
¡Doña Rufina!
¡Vivo es que hay que agarrarlo!
-No, Barrabás; si se escapó no vuelve.
¡Hay que matarlo!
En el cuero ancho y fuerte de la honda
la bolita de barro comprensiva latió;
cerré los ojos, erré,
y el tordo se escapó volando.
-¡Mándeseme a mudar!
-¡Doña Rufina!...
-¡Pa´ su casa, bellaco!( y entró en un llanto convulsivo, mientras él silbó agradecido de lo alto).
¡Cuanta distancia y tiempo van desde aquel hondazo!
¿Qué habrá sido del tordo defendiendo su libertad de pájaro?
Lo que haya sido;
soledades y hambre pudo sufrir acaso;
mejor es el imperio de la nube
que dormir y comer… pero enjaulado.
Tordo de mi niñez, hermano mío!!
hombre, entendí la rebelión del canto.
El sol declina ya, pero no importa;
aún hay fuerza en mis alas…
¡te acompaño!
.............
Julio Migno.

jueves, 8 de octubre de 2009

Ladrillos


Sólo esa pared / húmeda de noches / sólo ese muro antiguo y grueso/ mi soledad oscura/ y tu insatisfacción/
Dos seres/ dos lugares/ tan cerca / tan parecidos / tan separados/
Qué es eso? .. . una sonrisa?? / podrá derribar el muro??/
Algo de luz se filtra/ y hasta parece que alcanza/ o al menos alienta/
Puedo oírte / te mueves, me doy cuenta/
Puedo oírte/ aunque no pueda verte/ y te prejuzgo inquieta/
Aburrida? / Tal vez…./
Podrán estas pequeñas manos cobijarte??/
Podrán aniquilar el muro ¿?/
Tal vez .. sólo baste con un llamado tuyo… / preciso …/ potente /
Para que los ladrillos caigan a nuestros pies.

Huere

lunes, 5 de octubre de 2009

Olvidao


De tu palo soy
hijo de tu cuero
soy el olvidao
en la alcancía del tiempo
el que se quedo de pie
poniendote el pecho
flor obrera soy
silvestre de espuma
cuando el tren se va miro en las vías la luna pensando tal vez mi pago encuentre fortuna

mi bofe se hincho cuando repartieron
de mi no se acuerdan dicen que nunca me vieron
que no soy de aqui que ya no tengo remedio


soy el olvidao el mismo que un día
se puso de pie tragando tierra y saliba

camino hacia el sol para curar las heridas

una herida soy buscando el salario
maestro de pie cuidando pichones blancos
que maduraran iluminando mi pago

soy el que quedo en medio e´ los rancho
guacho de fiao a mate y guiso inventado
hambre y rebelion fueron creciendo en mis manos

no quiero de mas quiero lo que es mio
al maso trampiao voy a torcerle el destino
levantate cagon que aqui canta un argentino.
Duende Garnica.