El ángel insomne desvariaba entre mármoles. Arruinadas ropas, vestía de musgo. Contemplaba exánime, desde las alturas, la vida pasar al revés de los muros. Rostro mellado, estáticos ojos. Lloraba de noche, algunos lo vieron. Murmuraba en silencio una letanía, con voz de granito y mármol. El ángel insomne sufría en silencio. Desprolijos cabellos, frente erosionada. Quiso una noche mirar las estrellas, volar a la luna, salir de la cripta. El cielo, implacable, descargó su furia. Recordó al ángel que él no era, que no existía,
Gracias a vos querido Huere. La foto es bellísima!!
ResponderEliminarGracias por esta tarea de difundir escritores, autores de canciones y demás hierbas del quehacer cultural y artístico.
Besos