viernes, 30 de julio de 2010
Noboní y los zurcidores de medias de toalla
Des bas et des vers. *
Alarmado El Mensajero va diciendo a las naciones
que las damas, a pesar del mundo entero,
en vez de zurcir calzones están escribiendo dramas.
Y al entenderlo El Heraldo,
va dando la voz de alerta, repitiendo en cada puerta:
¡No habrá quien cosa las medias!
¡No habrá quien nos guise un caldo si hacen las damas comedias
Y luego El Eco, pasando el ancho mar clamorea:
¡Ya no hay mujer que no sea literata
mil dramas están forjando, y esta epidemia nos mata!
Y en medio de la plegaria la noticia funeraria va corriendo
y desde el niño de escuela hasta el galante Orihuela, van diciendo:
Si estas nuevas no son bolas de la gente,
no bajan de cien las damas españolas que están escribiendo dramas actualmente.
Mas si está de enhorabuena nuestra escena,
los varones en vez de trajes de gala debemos vestir crespones
que estamos de enhoramala.
¡Señor! Por tus cinco llagas, reprende a ese sexo impío,
pues si da en hacer comedias / ¿quién, Dios mío, / nos remendará las bragas /
y las medias? //
Mas, ¡oh tendencia dañina, la tendencia femenina! /
¡Un placer/es el que halla en rebelarse, /
en replicar y obstinarse, / en el mal toda mujer!
// Llegó a los Andes la nueva, y las buenas hijas de Eva,
/al oír/ tan alarmante noticia, / con refinada malicia,
/ 'se pusieron a reír. //
Y al saber que' los varones/gasas de duelo y crespones / vestirán;
/ y que a Dios piden reprenda,
/ castigue, si no hay enmienda, /a las biznietas de Adán,
// piden papel y tintero, / y llaman al cancionero / alfaquí;
/ y por mostrar cuanto le odian, /sus mismos versos parodian
/ bien o mal, diciendo así: / Si estas nuevas no son bolas / de la gente,
si pasan de cien las damas / españolas /que están escribiendo dramas/ actualmente,
// cuando está de enhorabuena/ nuestra escena,
/despechados los varones, /en vez de trajes de gala,
/¿quisieran vestir crespones / y enviarnos a enhoramala?...
// ¡Señor! Por tus cinco llagas / da por esposa al impío / que nos vede hacer comedias,
/una que sólo, Dios mío, ¡le sepa zurcir sus bragas / y sus medias!
Una que viva a su lado, / sin hablar de otros asuntos,
/que de ese asunto elevado, /portentosó;
/de esa ciencia de los puntos/ de las medias de su esposo.
// Una que odie las comedias, / como a diabluras de magas,
/ que hacen poner en olvido/ el encanto de las medias / y las bragas
/ de su dichoso marido.
// Una que nunca le diga / ni en verso ni en linda prosa
/ las palabras que prodiga, / con angélica dulzura,
/ una esposa / al dueño de su ternura.
// Una lindísima prenda, /sin alma ni entendimiento,
/ un jumento / que conozca su sendero,
/ y los / goces no comprenda / de la pluma y el tintero.
Da, Señor, a los varones, /que deploran la manía
/ de las damas, / en vez de negros crespones, / esposas de cafrería
/ que no hagan versos ni dramas.
Mas, al que acepte contento / los versos de las mujeres,
/ da una linda compañera, / que prefiera / al brillo de su talento
/ la gloria de sus deberes.
Silveria Espinosa de Rendón
* medias y versos
Cuadrilla femenina de los ZMT
doñas, doncellas y percantas..... Uníos!!
miércoles, 21 de julio de 2010
Noboní y los zurcidores de medias de toalla.
Mientras se acercaba a la casa de los Chichos, el perro rengo le ladraba enfurecido. Más se acercaba, más le ladraba el perro, y más enfurecido. Cuando pasó por la vereda, justo en el frente de la casa, el perro comenzó a hacer ruidos raros alcanzando el límite entre una mascota y un animal salvaje.
_ que pasa che? Que pasa?! Le gritó, saliendo de su casa, uno de los Chichos al perro. Y enseguida lo vió…
le llevó unos segundos reconocerlo, vestía una remera muy vieja y gastada, un bluyín con varias roturas, y en los pies, medias (de toalla) y ojotas. El dedo gordo del pié izquierdo, al aire, asomándose como una cabeza de tortuga.
_No te lo comás, no te lo comás!! Le decía el Chicho al perro, _ es nuestro vecino, está un poco jipi pero es él. y sonreía el Chicho, para disolver la sorpresa y la impresión que le habían provocado verlo así al Noboní. Así de flaco, así vestido, con esa larguísima barba, y hasta, en apariencia, más petiso.
Noboní le devolvió una (especie de) sonrisa al Chicho, y un saludo con la mano, pero no se detuvo, sino que siguió a paso firme.
Al llegar a la esquina, se sorprendió enormemente frente a la gigantesca obra en construcción (futuro edificio de varios pisos) que se levantaba en donde, hasta hacía poco y desde siempre, había estado la quinta (huerta) del Narigón. La miró unos instantes, boquiabierto, y enseguida se acercó a una carretilla que yacía sola en la vereda. Dentro de la carretilla había un casco amarillo de albañil, lo tomó, lo miró un poco, y se lo puso.
Enseguida giró y emprendió el regreso a paso firme, a su casa, la Casa Intacta.
Al pasar por la casa de los Chichos, el perro rengo ya no estaba en la vereda, pero de reojo vio que varios Chichos lo espiaban por detrás de una cortina.
lunes, 12 de julio de 2010
Noboní y los zurcidores de medias de toalla
Podría decirse que todo era gris, que la mañana era gris. Es que ese color predominaba, indiscutiblemente.
Gris cielo, gris neblina, gris vereda, gris pared, gris cordón, gris calle, gris Chevrolet 400 lleno de masilla, y tantos grises más.
Detrás del bulevaramedias, justo al llegar a la avenida, se destacaba soberbiamente, el enorme, el blanquísimo, el prolijísimo, el clasiquísimo paredón de la casona de los Asturias. Intervenido, violado, violentado, herido con alevosía, sangrando en rojo, en letras rojas, en frase roja: HAGA PATRIA, ZURZA UNAS MEDIAS.