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domingo, 16 de mayo de 2010

Noboní y los zurcidores de medias de toalla

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En el barrio, pero también más allá, (algunos dicen que también en toda la región) ya se venía hablando del tema desde hacía varias semanas.
Algunos decían que el signo más evidente era que su madre se había mostrado un par de veces con el pelo prolijamente recogido, y si bien nadie la había visto sonreír, muchos habían visto, o creído ver, en ella, como un halo de paz y renovación.
Don Fausto, le decía a todo aquel que quisiera oírlo, y a los que no querían también como era su costumbre, que era claramente previsible el hecho venidero. _No hace falta ser muy perspicaz para darse cuenta, sólo basta con prestarle atención a ciertos movimientos que ocurren en la vereda. Si te fijás, lo vas a ver a Yira-Yira (el canillita del monótono repertorio silbidístico )
frenar frente a la Casa Intacta y dejar algo allí, o sea que el canilla volvió a esa casa después de tanto tiempo. Yo lo he visto, incluso varias veces en un mismo día.
El pibe sale, vuelve a las calles
- dicen que gritó Pochilo, un mediodía, al pasar. Sale, sale, va a
salir.
Como en todos los rincones, en este rincón también hay exagerados. Alguno de ellos, no sé cuál, llegó a decir él mismo, o a decir que alguien dijo, que: _ Es inevitable el regreso. Las bandurrias del atardecer han modificado el rumbo. Es inminente el regreso.

2 comentarios:

  1. Esto tiene que continuar: promete :)

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  2. Definitivamente la palabra es gracias, un gracias ann! Por ser y dejarme ser, por estar, por compartir conmigo tus espacios, tus gustos, tu vida...
    Gracias por hacerme feliz, sos muy importante...

    TE AMO!!!

    Meli

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